El calcio es la mayor contribución a la dureza del agua: forma sales insolubles con los jabones orgánicos y sus carbonatos forman incrustaciones en los sistemas de calentamiento de agua.

Aunque se exprese como dureza, la dureza de calcio en realidad es equivalente a la concentración de calcio en el agua. El calcio es uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre y tiene múltiples aplicaciones industriales. Su presencia en el agua es de varios órdenes de magnitud superiores a los elementos traza y junto con el sodio, magnesio y potasio se consideran los elementos matriz del agua potable.

 

El calcio es necesario en los organismos para la formación de huesos y estructuras rígidas y su presencia en el agua se origina del contacto con minerales geológicos. El calcio en altas concentraciones puede formar incrustaciones en tuberías y sistemas de calentamiento, por lo que normalmente se reduce su concentración utilizando resinas de intercambio iónico.

 

El calcio como dureza se determina por valoración. La muestra se titula con EDTA a pH entre 12 y 13 utilizando murexida como indicador.

El calcio es el quinto elemento más abundantes de la corteza terrestre y junto con el sodio y el magnesio, es un componente mayoritario del agua natural.

 

Por su carga divalente, el calcio forma más fácilmente compuestos insolubles como los carbonatos y los sulfatos. En sistemas de calentamiento donde el agua se evapora las sales alcanzan rápidamente su saturación y precipitan del agua en forma de incrustaciones duras y fuertemente adheridas a las superficies metálicas.